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NET ART
Pensé que me sentiría un poco extraño al escribir un reportaje, entre otros, sobre Andy, un artista afincado en Manhattan a quien había conocido en 1999 cuando intentaba enseñarnos un poco de Unix, algo de Perl y mucha cibercultura a un grupo de estudiantes en la NYU. Su obsesión, recuerdo, era proporcionar a sus alumnos útiles y conocimientos para pensar la Red y ejercer un escepticismo vitalicio. Por tanto, la reputación de los investigadores del MIDE, y las credenciales como tutor y como artista de Andy me parecieron razones más que suficientes como para justificar un viaje por libre a Cuenca. Y luego estaba, claro, la posibilidad de salir al campo y probar con mi cuerpo informatizado otras posturas distintas de la del flamenco cheposo, la habitual en la prensa digital. 101 Cambiando protocolos -Un billete de ida y vuelta para el tren Madrid/Valencia que para en Cuenca, por favor. En el tren tuve tiempo para reparar en una circunstancia insignificante, pero que ejemplifica lo surrealista que puede ser tu vida cuando tu cerebro entra en modo "idea hamster". También se da la circunstancia de que Andy enseña Historia del Arte en los Nuevos Medios en la School of Visual Arts de Nueva York, por lo que no dejaba de tener su gracia que fuera a mostrarme una obra llamada Novus Extinctus. Dado que los periodistas empleamos con demasiada frecuencia un detector de titulares de los de todo a cien (nuevo/viejo, historia/futuro, extinguido/recreado), enseguida percibí que allí había un tema. 200 Ok Primera experiencia estética: Andy, Fred, Verónica y Amparo vienen a recogerme, con la furgoneta del segundo, a la estación de tren. Allí tengo una visión momentánea de arte povera, al descubrir una cenefa imposible elaborada con bayetas vileda de variadas tonalidades, que bordea el techo practicable del vehículo. Fred enuncia la agenda del día: traslado a los alrededores de la ciudad encantada, "picnic/interviú" en algún lugar idóneo y presentación multimedia en una gruta. Observo que Andy tiene en sus manos el megaordenador portátil con los archivos de Novus Extinctus, por lo que deduzco que la performance cibernética-periodística-campestre está en marcha. |